Lass, extremo guineano del Rayo Vallecano, aseguró a su padre, ya fallecido, que un día jugaría en el Bernabéu y ahora mantiene a su familia. noticia completa en el pais
Su padre no quería que jugara con los chicos mayores porque le pegaban demasiado. Hasta los 16 años no tuvo equipo. Solo se entrenaba en la playa, cerca de su casa, en Kalum Mankepa (Guinea Conakry), donde nació en 1992. En 2009 llegó el momento de ponerse la camiseta del Touba, el club del pueblo.Dejó su país en 2009. Lleva dos años en Madrid y pasó directamente del juvenil del Rayo al primer equipo. Ni pisó los vestuarios del Rayo B. José Ramón Sandoval, el técnico, que le hacía entrenarse de vez en cuando con el primer equipo, le hizo debutar el curso pasado. El Castilla le quiso fichar este verano. Marcelino García Toral también se lo quiso llevar al Sevilla. Le seguía porque jugaba con su hijo, Sergio. Pero Lass se quedó en Vallecas. En septiembre de 2009 el club le invitó a una prueba tras recibir un informe de un agente que le vio con la selección guineana sub 17 en Argelia. "Hace algunos años que seguimos el mercado africano. De Lass nos llamó la atención la velocidad, el descaro y el gol. Es un poco bruto, pero le gusta escuchar a todos", recuerda Juan Pedro Navarro, el director del fútbol base del Rayo. Le ficharon junto a otro guineano que volvió a su casa por problemas disciplinarios. "Tardamos siete meses en hacer todo el papeleo para tramitar la ficha y al chaval había que animarle a diario. Se deprimía porque quería jugar", continúa Navarro. La temporada pasada, en el juvenil, marcó 27 goles en 22 partidos.
Siempre tuvo claro que quería jugar al fútbol. "Quise ser futbolista por Ronaldinho. Pensé 'yo también quiero hacer eso", confiesa. divertirme en el campo como el lo hacia.
"Un día le escuché decir en una entrevista que sus piernas eran tan fuertes porque hacía mucho entrenamiento en la arena. Empecé a imitarle en eso también", dice. Los técnicos destacan su descaro. De ello se percataron también Marcelo y Cristiano Ronaldo la semana pasada en el Bernabéu. "Tiene un desparpajo tremendo. Técnicamente, es muy bueno, rápido, con un gran cambio de ritmo. Es trabajador y cumplidor", le define Diego Montoya, su entrenador en el juvenil.
Lass se ha mudado ahora cerca de la ciudad deportiva, vive con un primo y puede ir andando a los entrenamientos. "Hasta he aprendido a planchar", se despide soltando una carcajada.
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