Su vida diaria y su carrera están ligadas a la del genio.
Jonás Ramalho (18 años) siempre ha sido uno de los futbolistas más ilusionantes en la factoría de Lezama. Su carrera ha estado ligada permanentemente a la de Iker Muniain, que le lleva tan sólo medio año; son como Zipi y Zape. De hecho, el genial jugador le llama brother (hermano). A pesar de que Jonás vive con sus padres, un angoleño (Tomás) y una vizcaína, el defensa come muchos días en casa de los Muniain, con el que se reúne para jugar a la Playstation y twittear, dos de sus grandes vicios juveniles.
Compartieron debut oficioso con Caparrós, en un amistoso ante el Amorebieta que levantó ampollas, porque Jonás no tenía 14 años y aún estaba en edad de deporte escolar. También les une su representante (Txus Medina) y un amor hacia el Athletic que han mamado juntos desde que el navarro llegó de La Txantrea.
Debut. Estaba cantado que tarde o temprano iba a ser el primer león negro en la historia del Athletic. Nacido en Cruces, llegó a calentar en la banda ante el Werder Bremen en San Mamés, pero Caparrós lo frenó por la goleada alemana. Tras ser un habitual en las pretemporadas, su año pasado fue un calvario a consecuencia de una lesión provocada por el exceso de musculación que dañó una vértebra. El abrazo con Iker en el Pizjuán con el pitido final estaba justificado.
Le van a dedicar en breve una peña en el barrio de Lamiako
Aunque se habló en su día de que Miguel Jones, el emblemático delantero centro del Indautxu y Atlético, no llegó a jugar en el Athletic por su color de piel, éste lo descarta. Aun así, siempre se ha generado controversia en Bilbao con el asunto del debut de un negro. Con Jonás la masa social ni se ha inmutado. Hay cinco futbolistas negros más en la cantera. Es un chico tímido que acaba de sacarse el carnet de conducir, tendrá una peña en Lamikao en un bar en los que sus padres vieron el sonado debut.
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