Firma un convenio con el Flecha y además potencia su cantera con la incorporación de Óscar de Paula como director técnico
El Badajoz siembra las semillas de su futuro. Quiere empezar a reconstruir un club grande desde la base. La idea lleva planeando en la cabeza de Carlos Uriarte desde su llegada al Nuevo Vivero. Consciente de la necesidad de potenciar la cantera, su deseo es convertirla en una referencia en el fútbol extremeño. Su conexión con Lezama le aporta una concepción clara de cuáles tienen que ser las señas de identidad de un club. Confío la labor de poner en marcha esa reestructuración en Juan Antonio Moreno, apoyado en la experiencia y visión de Rafael Rojas, y pronto empezaron a surgir los frutos. El proceso de cocción es lento y requiere de mucha paciencia. Pero el Badajoz no es un club con grandes urgencias y comienza a apreciarse que ese rechazo de los últimos tiempos se va transformando. Poco a poco los chavales quieren formar parte de la familia blanquinegra. Se recupera el espíritu de la época de Rodri, Valverde, Alegre o Izquierdo.
El fútbol base tiene que verse reflejado en el primer equipo. Ayer se plantaron las bases con dos noticias de gran trascedencia para el Badajoz. La primera es el acuerdo de colaboración alcanzado con el Flecha Negra. La segunda, la incorporación de Óscar de Paula como director técnico del fútbol base.
El acuerdo con el Flecha era algo esperado. El fichaje de Rubén Mesa hace un año por el Badajoz marcó el inicio de una relación que estaba predestinada a encontrarse. «Desde que llegó Carlos a Badajoz estuvo en permanente contacto con nosotros. El año pasado tuvimos muchísimos problema con el equipo de División de Honor y se portó de diez con nosotros, se ofreció para ayudarnos», señala Juan Rivero, presidente del club canterano por excelencia en el fútbol extremeño. El ideal de unir todo el fútbol base de la ciudad parece una realidad cada vez más cercana. Uriarte quiere tender la mano a todos los clubes de Badajoz. «Es una de nuestras aspiraciones, ofrecer una salida natural a los chavales, la posibilidad de jugar en el primer equipo de la ciudad. Ojalá podamos ver a corto plazo un Badajoz formado por jugadores del fútbol base de la ciudad». En ese sentido, reconoce que le ha planteado a Uriarte la posibilidad de recuperar la existencia de un filial formado por jugadores que acaben su etapa juvenil y no cuenten para el primer equipo. Aunque es un proyecto
El convenio es por tres años prorrogables y se contempla la opción preferencial del Badajoz sobre los jóvenes valores del Flecha y la posibilidad de la entidad canterana de elegir en el fútbol base blanquinegro, la celebración de partidillos de entrenamiento, así como recibir un porcentaje de un hipotético traspaso de un jugador adquirido por el club blanquinegro a otros clubes de mayor entidad. En este apartado se incluye a Rubén, a pesar de que esta firma sea posterior a su fichaje. «Estamos contentos ambas partes. Nosotros porque los chavales tienen una referencia y la posibilidad de entrenar con el Badajoz y ellos porque tienen una de las mejores canteras de Extremadura a su disposición», apunta Rivero.
El presidente del Flecha elogia el papel que Rubén Mesa tiene en el Badajoz. «Para nosotros es un orgullo que Rubén esté jugando y marcando goles en su primer año en Segunda B. Ojalá llegue lejos. Todos los chavales se pueden fijar en él, es una referencia para ellos. El ejemplo de que no hace falta salir de Badajoz para triunfar en el fútbol». Juan Rivero confiaba en su enorme proyección. «No me sorprende. Se lo dije a Carlos y me comentó que ya le había hablado Rafa Rojas de Rubén, que tenía muy buenas referencias. Cuando le ficharon va a dar muchas satisfacciones, no le vas a tener que ceder. Desde los siete años ha estado con nosotros. Es un goleador nato, que trabaja en los entrenamientos, con gran capacidad de sacrificio y un ejemplo para los compañeros».
De Paula, fiel al '21'
El regreso de Óscar de Paula refuerza ese modelo que se quiere implantar. El '21' forma parte del mito que se labró tras once temporadas en Primera con la Real Sociedad y ayer no pudo resistirse a lucirlo en el chándal y la sudadera de entrenamiento. La baja de Solano le concede este detalle. Todo un guiño a una trayectoria profesional recientemente aparcada y de la que al principio tanto cuesta desprenderse.
En esta nueva etapa que inicia tras su retirada, vuelve al Badajoz 16 años después para realizar las prácticas del curso nacional de entrenador y por ese motivo colaborará con Moisés Arteaga y José Alberto López Pérez en los entrenamientos. Pero la entidad blanquinegra piensa en su laureada carrera y la enorme proyección de su figura como apuesta de futuro. De ahí que le incorpore como director técnico del fútbol base para coordinar y supervisar el trabajo de cantera. Juan Antonio Moreno será el directivo responsable de esta parcela.
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